Quiero hablar de un tema para algunos tal vez confuso y
desconocido y como tal, a veces no desarrollado de manera correcta en la
iglesia actual: LOS DONES MINISTERIALES.
Para empezar dejemos en claro que un don es un regalo;
algo recibido de parte de Dios en forma inmerecida.
Dios nos ha dotado de una serie de dones a fin de llevar
a cabo la mayor misión sobre esta tierra que es reconciliar a los hombres con
ÉL. (2° Corintios 5: 18)
La palabra “Ministerio” proviene del griego διακονία (diakonía) y significa
“Servicio”.
El apóstol Pablo solía usar indistintamente las palabras “siervo”
o “ministro” para referirse a sí mismo.
Uno de los grandes errores que se ven en la iglesia
actual es que hay una creencia de que un ministerio es un puesto jerárquico
dentro de la congregación cuando en realidad es un lugar de servicio.
Otro de los errores es creer que un ministerio se
circunscribe a las cuatro paredes de la iglesia. De ninguna manera Dios nos
daría algo tan especial, sin que ello pudiera afectar a la sociedad que nos
rodea.
Los dones ministeriales, a diferencia de otros dones son
aquellos que implican una mayor responsabilidad dentro del cuerpo de Cristo.
“Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a
otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros”
(Efesios 4: 11)
Algo importante a tener en cuenta es que estos atributos
no los da una iglesia, pastor, organización, denominación ni nada que se le
parezca. Sino que son dados por el mismo Espíritu Santo.
El verdadero Ministro no busca fama ni notoriedad, su
servicio no es por una retribución económica ni por recibir honra humana. Su
meta es dar gloria y honra a Dios a través de su servicio.
LOS 5 DONES MINISTERIALES
APÓSTOLES: Viene
del griego ἀποστόλους “apóstolous” que
significa “enviado”.
Cuando aún no existía la Iglesia como la conocemos
actualmente, Jesús envió “apóstoles”, para predicar el evangelio. (Véase S. Mateo 10: 1 – 14)
Por extensión podríamos decir que apóstoles son aquellos
que fundan iglesias; al contrario de la creencia de que el apóstol es alguien
que tiene cierta preeminencia sobre otro siervos.
Aunque este es un
tema controversial dentro de la iglesia cristiana ya que hay corrientes que afirman
que hoy a diferencia de los tiempos del Antiguo Testamento las profecías no
tienen razón de ser; podemos decir que profeta es el hombre o mujer
que recibe y anuncia el mensaje de Dios de diferentes
formas: 1Corintios 14: 3 afirma. “Pero el que profetiza habla a los hombres
para edificación, exhortación y consolación”.
El mensaje del
profeta puede traer arrepentimiento, corrección o mucha fortaleza a la Iglesia
del Señor
EVANGELISTA: Viene del griego εὐαγγελιστάς (Euaggelistas)
que quiere decir “anunciador de las buenas noticias”
Aunque toda la
Iglesia está llamada a la “Gran Comisión”; el que tiene el “Don” de Evangelista lo hará
con mayor pasión y eficacia.
Muchas veces este “Ministerio” va acompañado de otros dones tales como sanidad y
milagros.
PASTORES: ποιμένας (poimenas) en griego.
Al igual que Jesús, los que tienen este “Don Ministerial” han sido
capacitados por el Espíritu Santo “para apacentar”, para cuidar y guiar a la las ovejas, enseñando su palabra,
orando por ellos, disciplinando, orientando y sanando si fuera necesario.
Ayudando a que cada creyente alcance su potencial en Cristo Jesús.
Algo importante de destacar es que quien tiene el don de
pastor no necesariamente debe ser pastor y todo pastor no necesariamente tiene
el don de pastor. Ya que como dijéramos al principio, los dones ministeriales
no son jerarquías sino lugares de servicio.
MAESTROS: διδασκάλους (didaskalous) en griego. Su
significado es “el que instruye”.
Los que tienen este don
tienen la capacidad de interpretar y enseñar las Sagradas Escrituras.
Este ministerio ayuda a desarrollar el conocimiento de
los creyentes respecto a Dios y su voluntad.
Ayudan en el perfeccionamiento de los cristianos a fin de
que sean útiles en la obra de Dios.
EL PROPÓSITO DE LOS DONES MINISTERIALES
PERFECCIONAR: Los creyentes
con estos dones están llamados a preparar a los creyentes para una vida llena
de frutos. Dispuestos a ser bendecidos y a bendecir.
EDIFICAR: edificar implica construir, hacer crecer, en
cantidad madurez, y calidad espiritual a la iglesia local.
UNIDAD DE LA FE: Los “Ministros” deben fomentar la unidad
de la Iglesia en todo aspecto, respetando y amando a todos por igual. Trabajado
siempre en “sumar y multiplicar”. Nunca en “restar y dividir”
CONOCIMIENTO DE JESÚS: Los ministros deben promover el
conocimiento de la palabra de Dios a
través del estudio bíblico y la “sana doctrina”
También deben llevar a los creyentes a una experiencia diaria con el Espíritu
Santo. Sin lo cual es imposible el desarrollo de la iglesia.
Los ministros deben llevar una vida "Cristocéntrica." Es
decir conocer a Cristo y llevar a los demás a ese conocimiento.
Aunque parezca repetitivo estos dones son de servicio y
de mayor responsabilidad dentro del cuerpo. Sin ellos es imposible un
desarrollo sano de la iglesia.
La vigencia de estos dones impide la infiltración de falsas
doctrinas de las cuales son presa fácil los cristianos inmaduros.
Las iglesias maduras crecen ya que Dios nunca enviará
ovejas nuevas a iglesias con creyentes inmaduros. Hermanos mayores dispuestos a
ayudar a crecer a sus hermanos menores.
Hasta aquí una breve reseña de lo que son los DONES
MINISTERIALES.
Espero que les sea de bendición y con gusto recibiré sus
comentarios.
Dios los siga bendiciendo: Gustavo Morales.
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