miércoles, 24 de septiembre de 2014

NECESITAMOS MÁS ALBOROTADORES EN ESTA CIUDAD !!!

Una Vez más comparto una reflexión de David Wilkerson. 
Espero que sea de bendición para tu vida

 ¡Mi oración es que cada miembro del cuerpo de Cristo se convierta en un alborotador! ¡Necesitamos un ejército de alborotadores tan llenos del Espíritu Santo que agiten  las  ciudades de todo el mundo, que remuevan las instituciones impías; que desafíen a las iglesias tradicionales muertas; que perturben a los líderes, los alcaldes, los consejos municipales y los líderes de la comunidad! En otras palabras, necesitamos alborotadores que se muevan en el Espíritu Santo, proclamando el reinado de Cristo con tanta eficacia, que ciudades enteras se alboroten.

¡Pablo y Silas fueron dos de los mayores alborotadores del mundo! La Biblia habla de “hombres que han [arriesgado] su vida por el nombre de nuestro Señor Jesucristo” (Hechos 15:26). Pablo, Bernabé, Silas y Timoteo eran tales hombres, caminando en el poder del Espíritu. Como se ve en Hechos 16, cuando el Espíritu Santo les prohibió hablar de la Palabra en Asia, ellos obedecieron. Cuando intentaron ir a Bitinia y el Espíritu no se los permitió, en lugar de eso fueron a Troas, bajo la dirección del Espíritu.

Pablo tuvo entonces una visión de un hombre llamándolos a Macedonia, por lo que procuró de inmediato salir a Filipos, la principal ciudad de Macedonia. Cuando llegaron, una muchacha que era adivina les seguía, dando voces: “Estos hombres son siervos del Dios Altísimo, quienes os anuncian el camino de salvación” (Hechos 16:17). Después de soportar eso durante muchos días, Pablo “se volvió y dijo al espíritu: Te mando en el nombre de Jesucristo, que salgas de ella. Y salió en aquella misma hora” (Hechos 16:18). De pronto, toda la ciudad estaba alborotada. ¡Esta adivina aparentemente había sido una gran atracción turística, pero ahora estaba sana y alabando al Señor!

Pablo había alterado el statu quo. Había desafiado al diablo que había estado haciendo lo que quería durante años. Los dueños de la mujer esclava que ahora había sido liberada, arrastraron a Pablo y Silas al mercado para ser juzgados ante los magistrados de la ciudad. El cargo era: “Estos hombres…alborotan nuestra ciudad” (Hechos 16:20).

¡Necesitamos más alborotadores como ellos hoy en día!


martes, 22 de julio de 2014

SUPERANDO LA DESILUCIÓN

Hace unos años vi en el cine una película llamada “El Náufrago” cuyo protagonista  Chuck Noland (Tom Hanks) era un obsesionado ejecutivo de una empresa de correo privado.
Viajando continuamente, previo a uno de esos viajes en que debía ir a resolver un problema a un país asiático. Le propone matrimonio a su novia Kelly Frears (Helen Hunt), en vísperas de Navidad.
Volando a través de una terrible tormenta su avión cae al mar sin que la torre escuchara su posición.
El personaje se salva aferrándose a la balsa salvavidas pero para desatorarla debe cortar una soga a la cual estaba atado el localizador satelital de la misma.
La corriente lo arrastra a una isla donde llega inconsciente.
Cuando recobra la conciencia se da cuenta que está en una isla desierta, sin habitantes.
 Luego de varios intentos de escapar de ese lugar, se da cuenta que es imposible ya que la rompiente de olas se lo impide.
Chuck pasa cuatro años alli. En el continente lo habían dado por muerto.
En ese lapso él ve la manera de salir de la isla. Estudia los vientos, las mareas, fabrica  una precaria balsa con los materiales que encuentra, e inclusive arma una vela con los restos de un baño químico que había encontrado en la playa
Es así que logra salir de la isla y superar la rompiente para ser rescatado de forma milagrosa después de varios días a la deriva y casi sin fuerzas.

Esta película me ha hecho reflexionar cuanto se parece nuestra vida a la experiencia de este náufrago.
Nacemos en un mundo que no elegimos. Hacemos muchos planes. Estudios, trabajo, profesión, matrimonio, familia.
Pero de pronto nuestro avión se cae en medio del océano.
La pérdida de un ser querido, un fracaso familiar, un quebranto económico, etc. Sin querer nos encontramos como ese naufrago, en una isla sin poder salir de ella. Los problemas de esta vida. Al igual que aquellas gigantes olas, nos impiden avanzar, Nos lastimamos, fracasamos, Nos desilusionamos…

En esta vida es casi inevitable la desilusión.
Según el diccionario la desilusión es la pérdida de la esperanza, de conseguir una cosa que se desea. Es perder la ilusión al saber que algo o alguien no es como se creía.

Yo quiero centrarme en la última parte de esta definición. La que se refiere al las personas o las circunstancias en las cuales nosotros depositamos nuestras expectativas y no se cumplieron.

 En la Biblia hay un relato que nos habla de esta circunstancia:

“Y he aquí, dos (discípulos) de ellos iban el mismo día a una aldea llamada Emaús, que estaba a sesenta estadios de Jerusalén.
E iban hablando entre sí de todas aquellas cosas que habían acontecido.
Sucedió que mientras hablaban y discutían entre sí, Jesús mismo se acercó, y caminaba con ellos.
Mas los ojos de ellos estaban velados, para que no le conociesen.
Y les dijo: ¿Qué pláticas son estas que tenéis entre vosotros mientras camináis, y por qué estáis tristes?
Respondiendo uno de ellos, que se llamaba Cleofas, le dijo: ¿Eres tú el único forastero en Jerusalén que no has sabido las cosas que en ella han acontecido en estos días?
Entonces él les dijo: ¿Qué cosas? Y ellos le dijeron: De Jesús nazareno, que fue varón profeta, poderoso en obra y en palabra delante de Dios y de todo el pueblo;
 y cómo le entregaron los principales sacerdotes y nuestros gobernantes a sentencia de muerte, y le crucificaron.
Pero nosotros esperábamos que él era el que había de redimir a Israel; y ahora, además de todo esto, hoy es ya el tercer día que esto ha acontecido.
Aunque también nos han asombrado unas mujeres de entre nosotros, las que antes del día fueron al sepulcro;
y como no hallaron su cuerpo, vinieron diciendo que también habían visto visión de ángeles, quienes dijeron que él vive.
Y fueron algunos de los nuestros al sepulcro, y hallaron así como las mujeres habían dicho, pero a él no le vieron.
Entonces él les dijo: !!Oh insensatos, y tardos de corazón para creer todo lo que los profetas han dicho!
¿No era necesario que el Cristo padeciera estas cosas, y que entrara en su gloria?
Y comenzando desde Moisés, y siguiendo por todos los profetas, les declaraba en todas las Escrituras lo que de él decían.
(S. Mateo 24: 13)


La desilusión tiene que ver con las emociones. Con lo que nuestro corazón ve.

Estos discípulos. Después de caminar tanto tiempo con Jesús estaban cegados a causa de su desilusión. No podían ver quien caminaba  a su lado.
Aquel superhéroe en el cual ellos habían creído, había terminado en una cruz clamando Elí, Elí, ¿lama sabactani?” (Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?)”

Muchas veces en la vida caminamos como esos discípulos. Nos sentimos traicionados. Desilusionados. Sentimos que quien no debía fallarnos nos falló.

Pero en esos días es cuando el mismo Jesús camina a nuestro lado.

Luego aquellos discípulos comprendieron la realidad. JESÚS HABÍA RESUCITADO ¡!!

“Entonces fueron abiertos los ojos de ellos, y le conocieron; mas él se desapareció de los ojos de ellos.
 Y decían el uno al otro: ¿No ardía nuestro corazón en nosotros, mientras nos hablaba en el camino, y cuando nos abría las Escrituras?
Y levantándose en la misma hora, tornáronse á Jerusalem, y hallaron á los once reunidos, y á los que estaban con ellos.
Que decían: Ha resucitado el Señor verdaderamente, y ha aparecido á Simón. (s. Lucas 24: 31-34)


Así como el náufrago superó la barrera de coral, la rompiente; nosotros debemos superar la desilusión. Nuestros ojos deben ser abiertos al propósito de Dios para nuestras vidas.

Muchas veces no entenderemos las circunstancias. Le haremos muchas preguntas a Dios. Pero debemos recordar que a los que le aman  todas las cosas nos ayudan a Dios.

No importa cuál sea tu balsa. Lo importante es que la mantengas unida para llegar a tu destino. Tené la seguridad que Dios va contigo como Jesús iba al lado de esos discípulos por ese camino polvoriento.
El prometió que estaría todos los días de nuestra vida, hasta el fin del mundo. Solo créele y llegarás a buen puerto.
Dios te bendiga. Gustavo.

 “…y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén. ( S. Mateo 28: 20)



martes, 15 de julio de 2014

LOS CINCO DONES MINISTERIALES

Quiero hablar de un tema para algunos tal vez confuso y desconocido y como tal, a veces no desarrollado de manera correcta en la iglesia actual: LOS DONES MINISTERIALES.

Para empezar dejemos en claro que un don es un regalo; algo recibido de parte de Dios en forma inmerecida.

Dios nos ha dotado de una serie de dones a fin de llevar a cabo la mayor misión sobre esta tierra que es reconciliar a los hombres con ÉL. (2° Corintios 5: 18)

La palabra “Ministerio” proviene del griego διακονία (diakonía) y significa “Servicio”.

El apóstol Pablo solía usar indistintamente las palabras “siervo” o “ministro” para referirse a sí mismo.

Uno de los grandes errores que se ven en la iglesia actual es que hay una creencia de que un ministerio es un puesto jerárquico dentro de la congregación cuando en realidad es un lugar de servicio.
Otro de los errores es creer que un ministerio se circunscribe a las cuatro paredes de la iglesia. De ninguna manera Dios nos daría algo tan especial, sin que ello pudiera afectar a la sociedad que nos rodea.
Los dones ministeriales, a diferencia de otros dones son aquellos que implican una mayor responsabilidad dentro del cuerpo de Cristo.

 “Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros” (Efesios 4: 11)

Algo importante a tener en cuenta es que estos atributos no los da una iglesia, pastor, organización, denominación ni nada que se le parezca. Sino que son dados por el mismo Espíritu Santo.
El verdadero Ministro no busca fama ni notoriedad, su servicio no es por una retribución económica ni por recibir honra humana. Su meta es dar gloria y honra a Dios a través de su servicio.

LOS 5 DONES MINISTERIALES

 APÓSTOLES: Viene del griego  ἀποστόλους “apóstolous” que significa “enviado”.
Cuando aún no existía la Iglesia como la conocemos actualmente, Jesús envió “apóstoles”, para predicar el evangelio. (Véase S.  Mateo 10: 1 – 14)
Por extensión podríamos decir que apóstoles son aquellos que fundan iglesias; al contrario de la creencia de que el apóstol es alguien que tiene cierta preeminencia sobre otro siervos.

 PROFETAS: הַנָּבִ֖יא (han-nā-ḇî) en hebreo ó προφήτας (prophetas) en griego
Aunque este es un tema controversial dentro de la iglesia cristiana ya que hay corrientes que afirman que hoy a diferencia de los tiempos del Antiguo Testamento las profecías no tienen razón de ser; podemos decir que profeta es el hombre o mujer que recibe y anuncia el mensaje de Dios de diferentes formas: 1Corintios 14: 3 afirma. “Pero el que profetiza habla a los hombres para edificación, exhortación y consolación”.
 El mensaje del profeta puede traer arrepentimiento, corrección o mucha fortaleza a la Iglesia del Señor

EVANGELISTA: Viene del griego εὐαγγελιστάς (Euaggelistas) que quiere decir “anunciador de las buenas noticias”
 Aunque toda la Iglesia está llamada a la “Gran Comisión”;  el que tiene el “Don” de Evangelista lo hará con mayor pasión y eficacia.
Muchas veces este “Ministerio”  va acompañado de otros dones tales como sanidad y milagros.

PASTORES:  ποιμένας (poimenas) en griego.
Al igual que Jesús,  los que tienen este “Don Ministerial” han sido capacitados por el Espíritu Santo “para apacentar”, para cuidar y  guiar a la las ovejas, enseñando su palabra, orando por ellos, disciplinando, orientando y sanando si fuera necesario. Ayudando a que cada creyente alcance su potencial en Cristo Jesús.

Algo importante de destacar es que quien tiene el don de pastor no necesariamente debe ser pastor y todo pastor no necesariamente tiene el don de pastor. Ya que como dijéramos al principio, los dones ministeriales no son jerarquías sino lugares de servicio.

MAESTROS:  διδασκάλους (didaskalous) en griego. Su significado es “el que instruye”.
 Los que tienen este don tienen la capacidad de interpretar y enseñar las Sagradas Escrituras.
Este ministerio ayuda a desarrollar el conocimiento de los creyentes respecto a Dios y su voluntad.
Ayudan en el perfeccionamiento de los cristianos a fin de que sean útiles en la obra de Dios.

EL PROPÓSITO DE LOS DONES MINISTERIALES

 PERFECCIONAR: Los creyentes con estos dones están llamados a preparar a los creyentes para una vida llena de frutos. Dispuestos a ser bendecidos y a bendecir.

EDIFICAR: edificar implica construir, hacer crecer, en cantidad madurez, y calidad espiritual a la iglesia local.

UNIDAD DE LA FE: Los “Ministros” deben fomentar la unidad de la Iglesia en todo aspecto, respetando y amando a todos por igual. Trabajado siempre en “sumar y multiplicar”. Nunca en “restar y dividir”

CONOCIMIENTO DE JESÚS: Los ministros deben promover el conocimiento de la  palabra de Dios a través del estudio bíblico y la “sana doctrina”
También deben llevar a los creyentes  a una experiencia diaria con el Espíritu Santo. Sin lo cual es imposible el desarrollo de la iglesia.
Los ministros deben llevar una vida "Cristocéntrica." Es decir conocer a Cristo y llevar a los demás a ese conocimiento.
Aunque parezca repetitivo estos dones son de servicio y de mayor responsabilidad dentro del cuerpo. Sin ellos es imposible un desarrollo sano de la iglesia.
La vigencia de estos dones impide la infiltración de falsas doctrinas de las cuales son presa fácil los cristianos inmaduros.
Las iglesias maduras crecen ya que Dios nunca enviará ovejas nuevas a iglesias con creyentes inmaduros. Hermanos mayores dispuestos a ayudar a crecer a sus hermanos menores.

Hasta aquí una breve reseña de lo que son los DONES MINISTERIALES.

Espero que les sea de bendición y con gusto recibiré sus comentarios.


Dios los siga bendiciendo: Gustavo Morales.

lunes, 7 de julio de 2014

ARTESANÍAS EN MANOS DE DIOS

En el mundo animal, Dios hizo cada ser viviente con diferentes características. ¿Se imaginan una jirafa volando? ¿O un hipopótamo como mascota en un sillón de tu casa?  ¿O un hámster tirando de un carro? O peor si solo hubiera una especie animal; Todos monos, todos perros o todos gatos. ¡Que aburrido sería el mundo!
  Lo mismo ocurre con los humanos. Cada uno de nosotros tenemos un diseño único, un propósito en esta tierra.

DIOS NOS CREÓ DE UNA MANERA ÚNICA Y ESPECIAL.

Efesios 2:10 dice: “Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras”. 
En el texto original griego podemos encontrar la palabra ποίημα,(poiema) en lugar de “hechura”; cuya traducción podría ser; trabajo manual o “artesanía” ¡FUIMOS CREADOS COMO UNA ARTESANÍA POR LAS MANOS DE DIOS !!.
Antes de que Dios nos creara, diseñó un plan perfecto para nosotros en esta  tierra.
Eres de la manera que eres porque tienes un propósito en esta vida.
Fuiste formado desde el vientre de tu madre con un plan único. Por supuesto, ¡NO ERES FRUTO DE LA CASUALIDAD!

¿POR QUÉ A VECES NOS SENTIMOS FRUSTRADOS?

Muchas veces estamos  frustrados porque no logramos lo mismo que los demás; y esto nos lleva a la tentación de enojarnos, de criticar, etc.
Dios siempre desea nuestra felicidad y no que nos sintamos frustrados. ÉL nos dio el libre albedrío. El tema es como utilizamos esa libertad.
Muchos caen en el error de querer imitar: predican como Dante Gebel, cantan como Marcos Witt, como Tercer Cielo o Hillsong, solo por dar algunos ejemplos. Y eso, tarde o temprano lleva a la frustración ya que no siempre se logran los mismos resultados.

COMO ENCONTRAR NUESTRO PROPÓSITO EN ESTA VIDA

 Quizás muchos de nosotros no lleguemos a llenar grandes estadios ni a convocar agrandes multitudes , pero sí , tal vez tengamos la gracia de recorrer barrios carenciados y estar  cara a cara frente al necesitado para llevarle un mensaje de esperanza. Una cosa no es mejor que otra, sino diferentes formas de llegar a los demás
Cada uno de nosotros hemos sido dotados de una semilla llamada #potencial" que Dios depositó en nosotros desde  el vientre de nuestra madre. Esta semilla es única e irrepetible y ÉL  la puso en nosotro en beneficio de la humanidad.
 Así como para comer, necesitamos distintos cubiertos, podríamos decir que en esta tierra;unos somos cuchillos, otros cuchara y otros tenedor.
Unos fuimos dotados de una gracia especial para llevar el mensaje de la Buenas Nuevas de una manera combativa, otros tal vez tengamos la gracia para estar de una manera personal al lado del que sufre y otros fuimos capacitados para ser hermanos mayores y para ayudar a nuestros hermanos menores en su desarrollo y crecimiento. Somos únicos e irrepetibles y en nuestras diferencias, el cuerpo se enriquece mutuamente.
Si aun no encontraste tu propósito en esta vida; te invito a  ORAR y a pedirle a Dios que te revele aquello por lo cual fuiste creado, para comenzar a dar lo que tienes, para bendición y edificación de quienes te rodean.

DIOS TE SIGA BENDICIENDO. Gustavo.

viernes, 27 de junio de 2014

DE LÍDERES Y ANTILÍDERES...

Siempre me ha impactado el relato bíblico de Números 13 y 14; en el cual Moisés envía a doce espías a explorar la tierra de Canaán. La tierra que Dios le había prometido a su pueblo.

 “Jehová habló a Moisés y le dijo:
    Envía unos hombres que reconozcan la tierra de Canaán, la cual yo doy a los hijos de Israel; enviaréis un hombre por cada tribu paterna, todos ellos príncipes.” (Números 13: 1-2)

Moisés elige 12 hombres, uno de cada tribu, tal cual Dios se lo había ordenado.
Pero lo dramático de este relato es el reporte que le pasan estos espías luego de cuarenta días de exploración:

“También les contaron:
    Nosotros llegamos a la tierra a la cual nos enviaste, la que ciertamente fluye leche y miel; estos son sus frutos.
     Pero el pueblo que habita aquella tierra es fuerte, y las ciudades muy grandes y fortificadas; también vimos allí a los hijos de Anac.
     Amalec habita el Neguev; el heteo, el jebuseo y el amorreo habitan en el monte; el cananeo habita junto al mar y a la ribera del Jordán».
     Entonces Caleb hizo callar al pueblo delante de Moisés, y dijo:
    --Subamos luego, y tomemos posesión de ella, porque más podremos nosotros que ellos.
     Pero los hombres que subieron con él dijeron:
    --No podemos subir contra aquel pueblo, porque es más fuerte que nosotros.
     Y hablaron mal entre los hijos de Israel de la tierra que habían reconocido, diciendo:
    --La tierra que recorrimos y exploramos es tierra que se traga a sus habitantes. Todo el pueblo que vimos en medio de ella es gente de gran estatura.
    También vimos allí gigantes, hijos de Anac, raza de los gigantes. Nosotros éramos, a nuestro parecer, como langostas, y así les parecíamos a ellos.”
Diez de los espías exceptuando a Josué y Cable pasan un reporte totalmente desalentador de la situación.
Solamente Josué y Caleb tienen una visión correcta:
 Y Josué hijo de Nun y Caleb hijo de Jefone, que eran de los que habían reconocido la tierra, rompieron sus vestidos
     y dijeron a toda la congregación de los hijos de Israel:
    --La tierra que recorrimos y exploramos es tierra muy buena.
     Si Jehová se agrada de nosotros, él nos llevará a esta tierra y nos la entregará; es una tierra que fluye leche y miel.” (Núm. 14: 6-8).

Esto provoca que el pueblo se desaliente (le prestaron oídos al reporte negativo), Dios se enoja y el Pueblo de Dios tardará cuarenta años en poseer la Tierra prometida.
Solo quería hacer un breve análisis sobre este relato y sus consecuencias.
Los hombres que fueron a explorar la tierra, no eran hombres comunes; eran PRÍNCIPES. Otra versión dice que eran LÍDERES (NVI).
Se suponía que  los líderes  inspirarían seguridad y confianza a sus liderados. Sin embargo con la excepción de Josué y Caleb todos obraron como “antilíderes” trayendo desesperanza y miedo al pueblo.

Pensaba si en estos días que corren, el liderazgo que conocemos en general no se parece a estos diez espías.
En estos tiempos vemos personas públicas con gran responsabilidad en el ámbito social, político y religiosos que envían mensajes negativos e intimidatorios a la población creando temor y desconcierto, en una palabra lo manipulan.
Pero lo más lamentable es que este mensaje se ha introducido en los púlpitos. Personas con gran responsabilidad sobre el pueblo de Dios, dicen hablar en su nombre, confunden a la gente, atan al pueblo, lo religan con ataduras religiosas, hacen doctrina de aquello que no es, lo someten a esclavitud.

El pecado más grande de estos diez espías fue no creerle a Dios. ÉL había dicho: “la tierra que yo les dí”. Y eso era lo que ellos debían transmitir, independientemente de si en esa tierra hubiera o no, enemigos gigantes.
Creo que el pecado más grande de cierta parte del liderazgo cristiano global, es no creerle a Dios. Tienen apariencia de piedad, pero con sus dichos y con sus actos, niegan la eficacia de ella.

Pero no todo está perdido. Así como Josué y Caleb fueron la excepción, le creyeron a Dios y obraron en consecuencia. Así se está levantando una nueva generación de hombres y mujeres que le creen a Dios, y se someten a su voluntad. Que rompen con los esquemas  impuestos por una selecta casta religiosa, y se disponen a ser  protagonistas del más grande avivamiento antes de que el Señor vuelva, solo comparable con el Pentecostés y la Reforma Luterana.

Hoy podemos ser los “Josué y Caleb” de este tiempo y ser transmisores de la visión de Dios.

“Si Jehová se agrada de nosotros, él nos llevará a esta tierra y nos la entregará; es una tierra que fluye leche y miel.” (Núm. 14: 8)

Dios los bendiga y hasta la próxima. GUSTAVO MORALES

   





miércoles, 25 de junio de 2014

UN LLAMADO A LA ANGUSTIA - David Wilkerson



Esta es la transcripción completa de uno de los mensajes más impactantes de los últimos tiempos. A cargo del Reverendo David Wilkerson*

1.    Yo tendría necesidad de predicar esto si creyera que mi propia carne me dice que predicara este mensaje tan pesado. En los meses pasados ha habido momentos en los que vengo al Señor diciéndole: Señor: ¿No me puedes dar un mensaje alegre?...pero no puedo. Tal vez Dios me esté hablando a mí, tal vez no sea para ti, pero es un llamado a la angustia.
Señor, si tú no me ayudas, no puedo hacer esto, no puedo Señor, ya estoy viejo para los juegos y para la insensatez y estoy cansado de la retórica sin significado, que nunca cambia las cosas. Señor, sólo ayúdame, ayúdame. Hermanos: estoy cansado de escuchar sobre avivamientos, sobre despertamientos, sobre el derramamiento del Espíritu Santo en los últimos días. He escuchado esa retórica por 50 años, sólo retórica sin significado. Estoy cansado de oír a la gente de la iglesia que quieren que sus seres amados se salven. Estoy cansado de que la gente diga: “estoy preocupado por mi matrimonio”, cuando sólo es por hablar…retórica. No quiero escuchar ya más de cuánto se ha desmoralizado América, de que nuestra sociedad está sin Dios, de lo corrupto de nuestros negocios. Estoy cansado de oír que el Islam está tomando el control y los cristianos nos estamos quedando sin poder; de qué tan muerta se ha vuelto la iglesia, porque eso también es retórica insignificante. Basta de nuestros congresos de “Cómo lograr…”, porque no logran nada! Cómo sobrevivir, cómo tener una iglesia más grande, cómo alcanzar a los perdidos, cómo mejorar los talentos de la gente y de cómo impactar en esta era de la informática. Veo el escenario religioso de hoy y todo lo que veo son invenciones de ministerios de hombres y de la carne; la mayoría sin poder, no tienen  impacto sobre el mundo. Y veo que el mundo impacta más a la iglesia, que lo que la iglesia impacta al mundo. Veo la música tomando el control en la casa de Dios; veo el entretenimiento tomando el control en la casa de Dios. Hay una obsesión con el entretenimiento en la casa de Dios. Hay un odio hacia la corrección y hacia la represión; ya nadie quiere escuchar más de eso.
¿Cuántas iglesias has visitado últimamente que cuando entras el Espíritu Santo está tan fuerte que cada uno de tus pecados están expuestos delante de ti, por la gracia amorosa de Dios?
¿Cuándo fue la última vez que fuiste a la iglesia y los jóvenes estaban bajo tal convicción porque el pueblo de Dios había estado sobre sus rostros y hubo una agonía tal que los jóvenes estaban cayendo sobre sus rostros clamando a Dios porque un espíritu de convicción había venido desde el cielo sobre ellos?. ¿En cuántas iglesias has estado últimamente donde escuchas una palabra que arde en tu ser y sabes que viene del cielo, del corazón de Dios? Espero que la escuches aquí.
¿Qué ha sucedido con la angustia en la casa de Dios? ¿Qué pasó con la angustia en el ministerio? Es una palabra que no escuchas en esta era tan complaciente, No, ¡No la escuchas! Angustia significa dolor profundo y ansiedad. Las emociones se convierten en algo doloroso, un dolor interior agudo por las condiciones en que te encuentras o por las que ves a tu alrededor. ¡Angustia, dolor profundo, tristeza y agonía del corazón de Dios! Nos hemos aferrado a nuestra retórica religiosa y a nuestras conversaciones de avivamiento, pero nos hemos vuelto cada vez más pasivos. Nuestros llamados “despertares” sólo son meneos y tienen  muy poca duración, y cuando vienen esos despertares pequeños de parte de Dios, en medio de ellos le decimos a Dios que nunca regresaremos a nuestra pasividad, pero no pasa mucho tiempo, semanas, meses, cuando ya estamos de vuelta más atrás en nuestra pasividad que cuando empezamos. Lo hablo por experiencia. Y decimos, “Dios, Esta vez me has tocado de por vida, ya nunca seré igual” y seguimos con esos juegos pirotécnicos; mucho ¡bum! y mucho ruido y luego muere. Toda pasión verdadera nace de la angustia. Toda pasión verdadera por Cristo nace de un bautismo de angustia.
Vas a la Escritura y encontrarás que cuando en algunas circunstancias Dios estaba determinado a arreglar una situación arruinada, se buscaba a un hombre de oración y lo llevaba a las aguas de la angustia; compartía su propia angustia por lo que Dios veía que le estaba sucediendo a su pueblo y encontraba a un hombre de oración y tomaba a ese hombre y literalmente lo bautizaba en angustia. Lo encuentro en el libro de Nehemías. Jerusalén estaba en ruinas. Este era el centro del interés de Dios en aquel tiempo. La ciudad santa estaba en ruinas y llena de iniquidad, se estaban casando con los paganos, y estaban esclavizando a los pobres de su mismo pueblo. La casa de Dios estaba contaminada con basura, el sumo sacerdote mantenía una relación indebida con Tobías, un pagano, un depravado. Y, ¿cómo es que Dios va a solucionar esto, cómo va a restaurar las ruinas? ¿Cómo lo hace? ¿Qué hace? Verán, nosotros hoy enfrentamos una situación muchas veces peor. Un tiempo donde de acuerdo a la profecía de Jesús, el hombre va de mal en peor y eso está sucediendo. La iglesia está profanada con la pedofilia, abuso de niños, incesto., adulterio. Una nación que está en un deslave de inmoralidad inundada de basura pornográfica que es la vergüenza del mundo entero. Y ahora el CON Film Festival, según el New York Times, hay una nueva película que está a punto de llegar a Estados Unidos, donde niños de 13 y 14 años están teniendo relaciones sexuales inimaginables con adultos. Y dicen que es el orgullo del festival, que se han rebasado las expectativas y que América está lista para esto.
2.    La ruina y el caos moral están irrumpiendo también en la casa de Dios. ¿De qué otra forma puedes explicar que cada vez más  cristianos van a la casa de Dios y miran en HBO, un programa que yo nunca he visto porque no tengo TV, pero lo leí en el NY Times hoy, un programa llamado Los Sopranos? Este es un grupo de mafiosos que matan, hay sexo gratuito, engaño, mentira, mafia. Y tenemos a millones de cristianos en los EE UU juntándose y hablando del próximo episodio y están adictos. ¡Adictos!. Algunos de los que están escuchándome ahora saben que ese es su programa favorito… ¿Viniste esta noche y levantaste las manos y cantaste y gritaste y te la pasaste bien, y sabes que has estado viendo esta basura?
 Yo creo en el amor de Dios, yo he predicado la misericordia y la gracia, amor, amor de pacto y creo en predicar la bondad de Cristo; pero multitudes hoy día están siendo saturadas con mensajes de “tu estás bien”. Tenemos a gente ahora que está convirtiendo la gracia de Dios en lascivia. Nos hemos convertido como los hijos de Israel que dijeron las palabras correctas, pero oigan lo que dijo Dios de ellos. “He oído las palabras de este pueblo, han dicho bien todo lo que han hablado, pero, oh, si hubiera tal corazón en ellos que me temieran y guardaran mis mandamientos, para estar en paz con ellos y sus hijos”. Tienen las palabras correctas, cantan las canciones precisas, pero su corazón no está bien. Nehemías, cap.1, versos 1 al 3. 1“Palabras de Nehemías, hijo de Hacalías. Aconteció en el mes de Quisleu, en el año 20, estando yo en Susa, capital del reino, 2 que vino Hanani, uno de mis hermanos, con algunos varones de Judá, y les pregunté por los judíos que habían escapado, que habían quedado de la cautividad, y por Jerusalén. 3 Y me dijeron: El remanente, los que quedaron de la cautividad, allí en la provincia están en gran mal y afrenta y el muro de Jerusalén derribado, y sus puertas quemadas a fuego. 4. Cuando oí estas palabras me senté y lloré, e hice duelo por algunos días, y ayuné y oré delante del Dios de los cielos”. 
He aquí las palabras, una delegación de la arruinada ciudad de Jerusalén que vino a Nehemías y le dijeron: “Jerusalén está destruida, los muros están caídos, es pura ruina”. Yo creo que estos hombres eran hombres de Dios, eran hombres buenos, pero no tenían ninguna idea de cómo Dios iba a lidiar con la situación, cómo iba a traer la recuperación. No tenían idea de lo que Dios iba a hacer. Lo único que podían ver era ruina, quebrantamiento, desolación y desesperanza. Verso 4: “Cuando oí estas palabras, me senté y lloré e hice duelo por algunos días y ayuné y oré delante del Dios de los cielos”. ¿Ves?, Dios encuentra a un hombre de oración y lo lleva a bautizar en las aguas de la angustia, ese hombre es llevado a la angustia. Y verso 6: “esté ahora atento tu oído para oír la oración de tu siervo que hago ahora delante de ti día y noche, por los hijos de Israel, tus siervos y confieso los pecados de los hijos de Israel que hemos cometido contra ti, sí, yo y la casa de mi padre hemos pecado” Ahora mírenme, Nehemías no era un predicador, era un profesional, era copero del rey, estaba en una situación cómoda, estaba en la realeza, tenía sirvientes, pero era un hombre de oración. Y Dios encontró a un hombre que no solo tendría un destello de emociones, o un gran estallido de preocupación y luego lo dejaría morir. Él dijo, “no, yo me quebranté, y lloré e hice duelo y ayuné y luego comencé a orar día y noche. Cuando oí, lloré”. ¿Por qué es que ninguno de los otros hombres que eran hombres de Dios, (porque luego  se le dio el gobierno de la ciudad a Hannani) no tuvieron una respuesta? ¿Por qué Dios no los usó en restauración?, ¿Por qué no tenían una palabra? ¡Porque no había señal de angustia!, ningún lamento, ninguna oración. ¡Todo estaba en ruinas! Eso era todo lo que ellos podían ver. ¿Te importa eso a ti ahora?, ¿Realmente te importa algo que la Jerusalén espiritual de Dios, la iglesia esté ahora casada con el mundo, qua hay una frialdad que está barriendo la tierra? Hay tanta gente que conozco, que eran mis amigos y van, esposos y esposas cayendo en la pasividad. Van a las iglesias en las cuales puedan escuchar mensajes suaves, ya no quieren escuchar nada de la ira, o de la corrección. Veo caer por el desvío a algunos de mis amigos más cercanos; los veo. ¿Realmente interesa? Aún más cerca que eso, ¿nos interesa la Jerusalén de nuestros propios corazones? La señal de la ruina es que se está drenando lentamente el poder espiritual y la pasión. Ciegos a la tibieza, y ciegos a la mezcla que se está infiltrando. Cuando la ceguera espiritual llega muy pocos la reconocen, es la última cosa que reconoce un hijo de Dios.
Si yo como pastor te conociera personalmente y estuviera viendo tu vida y como pastor de la iglesia viniera a ti y te dijera: “te amo, pero tengo que decirte la verdad; estás cambiando, no eres lo que eras, algo del mundo te ha cautivado el corazón, no sé si es la TV, no sé qué es, pero lo que sea posee tu corazón y veo cambios en ti. No veo el quebrantamiento, no veo la compasión que alguna vez tuviste por tu familia, no veo una preocupación por tus seres queridos que no son salvos. Estás cambiando, poco a poco; algo te está sucediendo. Te pondrías de rodillas cuando la ruina de la cual no estás consciente de repente es traída frente a tus ojos.
Para decirte la verdad, le doy gracias a Dios por la unción y los cantos de esta noche, le doy gracias a Dios por las alabanzas de esos corazones santificados viviendo en el pacto con el Señor; pero la verdad es que, con toda honestidad, muchos de nosotros estamos cambiando y ni siquiera lo hemos notado. Han perdido las ganas de pelear. Cuando lees el libro de Josué, es casi un libro de derrota porque perdieron su corazón, sus ganas de pelear. Eso es lo que el diablo quiere hacer, quitarte y matarte las ganas de pelear, para que ya no pelees en oración, para que ya no llores delante de Dios, para que puedas quedarte frente el TV y ver que tu familia se va al infierno.
3.    Déjame  preguntarte, ¿lo que he dicho ha traído convicción a tu vida, o te ha entrado por un oído y salido por el otro? Cuando un pastor viene y te dice: “No sé quién eres, pero el Espíritu Santo me está diciendo ahora mismo que estás cambiando, poco a poco estás perdiendo el amor de Dios, el amor de Cristo. Poco a poco estas cosas están haciendo mella. ¿Por qué creen que sus pastores les advierten acerca de la TV? ¿Creen que nosotros tenemos placer en la carne? A mí no me trae placer el que tú vengas y me digas que escuchaste mi mensaje y botaste tu TV. Eso no le trae placer a ningún pastor. Nosotros damos cuentas porque velamos por sus almas. Estas cosas se infiltran. De repente los muros de Jerusalén se caen y las ruinas se establecen. ¿Realmente te importa que tus seres queridos no salvos se estén muriendo mientras nos aproximamos más cerca del final? ¿Realmente te preocupa que se mueran y vayan al infierno? Aunque seas un amante de Cristo, ¿dónde está la angustia, dónde están las lágrimas, dónde está el lamento, dónde el ayuno? Ahora, sé que muchos de ustedes sí ayunan y oran en quebrantamiento delante del Señor, pero estoy hablando del Cuerpo de Cristo en general. ¿Dónde quedó el despertarse en medio de la noche? Nehemías dijo “Día y noche comencé a orar”¿Dónde quedó la confesión de tus pecados y el confesar los pecados de tus hijos delante del Señor?, porque eso es exactamente lo que Nehemías hace. Él confiesa sus pecados y los pecados de todo su pueblo y le dice a Dios HEMOS pecado. Cuando Nehemías escuchó de la destrucción, él nunca preguntó: “¿por qué?” ¿Por qué este Dios justo y santo permite que su ciudad se vaya a la ruina, por qué fueron dispersados tantos, por qué fueron asesinados tantos? Él no hizo las preguntas que América se hace hoy, ¿por qué permitió Dios que cayeran las torres y que murieran 2000 personas, cómo?  Dios no tuvo nada que ver con esto, No le echen la culpa a Dios. Vamos a Daniel y les voy a decir que esto fue Dios permitiendo que América fuera despertada. Dios no lo hizo, pero no detuvo los planes del enemigo porque tenía un propósito mayor. Fue por su amor por América que estaba por irse a un infierno eterno. Voy a bajar mi voz para que no pienses que estoy enojado.

Daniel 9:5 “…hemos pecado, hemos cometido iniquidad, hemos hecho impíamente…” (No dirás eso de América) y hemos sido rebeldes, y nos hemos apartado de tus mandamientos y de tus ordenanzas 6 No hemos obedecido a tus siervos los profetas que en tu nombre hablaron a nuestros reyes, a nuestros príncipes, a nuestros padres y a todo el pueblo de la tierra. En otras palabras, el gobierno fue avisado por hombres justos. 7 Tuya es, Señor la justicia y nuestra la confusión de rostro, como en el día de hoy lleva todo hombre de Judá, los moradores de Jerusalén y todo Israel, los de cerca y los de lejos, en todas las tierras adonde los has echado a causa de su rebelión con que se rebelaron contra ti. 8 Oh Señor, nuestra es la confusión de rostro, de nuestros reyes, de nuestros príncipes y de nuestros padres, porque contra ti pecamos. ¿Por qué? Porque contra ti pecamos. 9 De Jehová nuestro Dios es el tener misericordia y el perdonar, aunque contra Él nos hemos rebelado. 10 y no obedecimos la voz de Jehová nuestro Dios, para andar en sus leyes que Él puso delante de nosotros por medio de sus siervos los profetas. 11 Todo Israel traspasó tu ley apartándose para no obedecer tu voz, por lo cual ha caído sobre nosotros la maldición y el juramento que está escrito en la ley de Moisés, siervo de Dios, porque contra Él pecamos. 12 Y Él ha cumplido la palabra que habló contra nosotros y contra nuestros jefes que nos gobernaron, trayendo sobre nosotros tan grande mal, pues nunca fue hecho debajo del cielo nada semejante a lo que se ha hecho contra Jerusalén. 14 Por tanto, Jehová veló sobre el mal y lo trajo sobre nosotros porque justo es Jehová nuestro Dios en todas sus obras que ha hecho, porque no obedecimos a su voz”.  

Ahora déjeme regresar a mi mensaje. Hay una gran diferencia entre angustia y preocupación. Dios ha estado tratando conmigo acerca de esto. El preocuparse  es algo que te interesa, un proyecto en el cual te quieres involucrar; algo que toma tu atención y usualmente viene a través de un estímulo emocional. Sabes, puedes oír como lo hicimos el domingo pasado, de Sudáfrica y de cientos de miles que mueren de sida y los niños, y lo que oímos de una hermana esta tarde de los miles de niños muriendo en Calcuta, India, y puede conmovernos y ponernos emocionales y te preocupas mucho, pero hay una diferencia entre preocupación y angustia. Porque puedes amarrarte a una causa, puedes emocionarte por ello, o por un proyecto; puedes hablar de ello, puedes publicarlo y darlo a conocer, apoyarlo, organizarlo y ponerle mucho esfuerzo. Pero déjame decirte algo: he aprendido en todos mis años, 50 años de predicar, si no es nacido de angustia, si no es nacido por el Espíritu Santo, he aprendido de la ruina que te llevó a tus rodillas, te llevó a un bautismo de angustia donde buscaste y oraste a Dios. Esta iglesia nació en angustia. Seis meses de angustia…lágrimas. En un pueblo campesino de Pensilvania, donde el pastor de una iglesia pequeña clamaba: “Oh Dios!, estoy seco y vacío y hay más que esto, pero si esto es todo lo que  el Espíritu Santo es, entonces no lo quiero. Había tanta desesperación, semanas y semanas clamando al nombre del Señor, confesando mi propia mortandad y sequedad; y luego, finalmente viniendo para reuniones en las calles aquí en la ciudad, caminando las calles, llegando a la 42, y viéndolos vender un tipo de heroína que te mataba, ellos decían: “tengo lo bueno, te matará”. Y recuerdo que me quebranté y no me importaban las multitudes que pasaban por mi lado, me senté sobre un hidrante al lado del edificio y lloré.  ¡Yo estaba en angustia! ¡En angustia a 4 cuadras de aquí, en Broadway, llorando, clamando y gritando !NO estaba buscando un ministerio, no quería construir una iglesia; estaba sintiendo el dolor de Dios por una ciudad perdida. La misma agonía que sentí años antes cuando empezó Reto a la Juventud.
4.    Nunca he tenido nada que fuera de valor para Dios en mis 50 años que no fuera dado en agonía, ¡Nunca!, Nunca!. De otra manera, todo fue en la carne, en la carne. He estado alrededor del mundo escuchando el clamor de pastores, muertos y vacíos, algunos engañando a sus esposas como animales y escuchar “No he orado en meses, en 6 meses”. Y yo sé que un sermón no hará que funcione, ni una revelación, ni un pacto lo hará. Yo sé ahora, vaya que sí lo sé, hasta que esté en agonía hasta que he sido angustiado por ello. Estoy predicando sermones, Oh Dios, estoy predicando sermones, y luego digo, es muy tarde, no tengo tiempo; y todos nuestros proyectos, y todos nuestros ministerios, todo lo que hacemos, ¿dónde están los maestros de escuela dominical que lloran por los jóvenes que ellos saben que no escuchan y que se irán al infierno? A donde quiero que voy alguien tiene un proyecto, un plan o un sueño. Es todo lo que es, una idea. No vinieron a mí con un corazón quebrantado, no vinieron a mí después de horas de ayuno y oración, ni con un corazón sensibilizado. Es sólo una idea, estoy harto de eso. ¿Sabes? Una vida de oración verdadera comienza en un lugar de angustia; en un lugar donde las decisiones de por vida son tomadas. Si tú dispones tu corazón a orar, Dios va a venir y a compartir su corazón contigo; va a abrir su corazón y te voy a decir algo: hay dolor en su corazón. Pero Él ve y hay tan pocos que escuchan. Te va a mostrar la condición de su iglesia, te va a mostrar la condición de tu propio corazón y te va a hacer una pregunta: ¿Cuánto te importa? ¿Cuánto? Y ese siervo en angustia, tiene que tomar una decisión. Y todos aquí esta noche van a tener que tomar una decisión, yo tendré que hacerlo. O te levantas de tu lugar de angustia, te sales de las aguas bautismales de la angustia y dices: “No soporto esto, apenas puedo con lo que tengo, no lo quiero. Dios, tengo suficiente, solo quiero ser un cristiano ordinario, no quiero llevar ese tipo de carga. No quiero llorar más por mi familia, Señor, lo voy a tomar por fe”. 
Tienes que tomar una decisión, si Él viene y te dice: Si vas a llevar mi carga, si vas a ser un instrumento de restauración; si estás esperando que alguien más sea un instrumento para salvar a tu familia o para hacer tal obra, estás equivocado. He consumido  tu corazón y te he dado mi corazón y te he abierto mi angustia y te hecho sentirla y compartirla para llevarte de rodillas porque es allí donde te daré mi palabra de dirección. Eso fue lo que le sucedió a Nehemías; eventualmente salió de las aguas; las aguas de la angustia con una palabra clara que nadie podía rechazar. Trajo a la nación y a la ciudad a sus rodillas. Encuentras eso en el Cap. 8 de Nehemías. O te retiras y regresas a tu pasividad y dices, “solo voy a ser un cristiano ordinario” y no hay tal cosa. O tu corazón comienza a clamar: “Oh Dios, tu nombre está siendo blasfemado, el Espíritu Santo está siendo burlado. El enemigo está tratando de destruir el testimonio de la fidelidad del Señor y algo tiene que hacerse al respecto; no puedo seguir sin ser confrontado.”
Regresemos a esas palabras: “Cuando oí estas palabras, que Jerusalén había sido destruida…” Si él hubiera creído esa teoría que la necesidad representa un llamado, ¿saben qué hubiera hecho? Hubiera dicho: Señores, espérenme, voy a empacar mis cosas; denme uno o dos días; este es el tipo de reto que es mi pasión, me encanta. Vamos, hagámoslo, sin angustia, sin ayuno, sin oración, sin quebrantamiento, sólo hagámoslo. No se hubiera hecho nada, los muros no se hubieran reconstruido. Cualquier cosa que intentes hacer sin este bautismo de angustia, caerá, no va a funcionar. Aquí está algo que una hermana me escribió la semana pasada: “Hermano David: estoy hambrienta por el Señor, estoy cansada de reuniones de “como lograr”; todo es pantalla espiritual. Se me notifico de un congreso de mujeres, que iba a ser una gran experiencia espiritual. Así que fui con un grupo de hermanas. Había unas 15.000 mujeres. Me horroricé la primera noche cuando inauguraron el evento con una comedia, y fue de mal en peor, fuimos engañadas por los líderes. No hubo ni una oración, ni una mención de oración. ¡Fue una farsa! Y estoy tan vacía como nunca antes. El profeta Amós clamaba a tales: “Ay de los reposados de Sion, comiendo, cantando, y no se afligen por el quebrantamiento de José”. En la raíz original del hebreo dice: No están agonizando en oración por la ruina de Israel. No están agonizando, no están angustiados por las condiciones. ¿Comedia? Sí, ¿Cantando? Sí, ¿Comiendo? Sí, compañerismo, buen tiempo? Sí. ¿Lloro, angustia, oración, ayuno? NO, NO, NO!, porque  No toleramos eso. Les voy a decir algo: de este bautismo de angustia brota algo maravilloso que sucede a aquellos dispuestos a someterse a ello. El conocimiento inmediato de la voz de Dios, instantáneamente. Si no tienes un historial de oración, si no tienes esta disposición de compartir el corazón de Dios, lo obtienes al pedírselo. Él dice:” yo doy, yo estoy más dispuesto a dar que recibir, esto es algo que pediste”. Y yo digo: “Oh Dios, yo quiero dar el paso y quiero conocer tu corazón”. Y cuando tú comienzas a buscar su rostro y le permites derretirte, y quebrantarte, llegas a tal comunión con el Señor. Y de esa experiencia verán que Dios nos llama a vivir en angustia. Esa es sólo la gestación de algo que Dios está queriendo lograr y de la ruina traer restauración en tu familia o en lo que fuere.
Él te lleva a ese bautismo. Así como en las aguas bautismales SALES Y LO HACES CON UN CONOCIMIENTO INSTANTÁNEO DE LA VOZ DE DIOS. Porque Nehemías había estado ayunando y orando y gimiendo y dejó una marca en su semblante, y el rey se dio cuenta. Y un día cuando le trajo el vino al rey le pregunta: ¿Por qué está deprimido tu semblante? Nehemías no tuvo tiempo de ir a orar al Señor, no tuvo tiempo para tres días de ayuno, NO, él tenía que tener una palabra instantánea. ¿Por qué está triste tu semblante? Y Nehemías dijo: Estaba atemorizado, así que oré al Señor y le dije al rey: En otras palabras: Oración instantánea y dirección instantánea, conociendo la voz de Dios
5.    A veces no vas a saber qué hacer, y no vas a tener tiempo de correr al closet; tienes que escuchar su voz. Esa es la manera en que puedes caminar en esto. Eso es un resultado glorioso del bautismo en angustia. El siervo que voluntariamente toma el manto del dolor de Dios es el único siervo que tiene el derecho y la autoridad de demandar a Dios sus promesas y pactos. Aquí predicamos de pacto, pero sólo aquellos que conocen su corazón, y en esos tiempos han permitido que Dios traiga sanidad, han permitido que Dios entre profundo en su alma y dicen: Dios, yo no puedo hacer esto por mí mismo; pero no dejaré que mis hijos se vayan al infierno, ni mi esposa ni mi esposo. Oh Dios, no voy a vivir en esta muerte, no voy a vivir en esta tibieza, no voy a vivir en esta frialdad ya más, oh Dios, cámbiame. Y cuando te desesperas delante de Dios y dispones tu corazón a buscarle, entonces puedes demandar de Dios sus promesas y pactos.

Mira el primer cap. De Nehemías, verso 8: “Acuérdate ahora de la palabra que diste a Moisés tu siervo diciendo: Si vosotros pecareis, yo os dispersaré por los pueblos”. Ahora él está recordando a Dios su pacto”, “pero si vosotros os volviereis a mí y guardareis mis mandamientos y los pusieres por obra, aunque vuestra dispersión fuere hasta el extremo de los cielos, de allí os recogeré y os traeré al lugar que escogí para hacer habitar allí mi nombre”.
 Le recuerda el pacto que le hizo a Moisés, él dice “aquí está lo que prometiste, Dios” Y cuando tú permites que Dios te guíe a este lugar más allá de la simple preocupación, más allá de alimentar emociones y dices, Dios, voy a disponer mi corazón, entonces tienes todo el derecho a demandar de Dios todas sus promesas y pactos.
Ya voy a cerrar el mensaje. Tenemos una nación, una iglesia llena de expertos en diagnósticos. Prácticamente cualquiera te puede decir que es lo que le sucede a la iglesia hoy en día. Y ahora están saliendo con  encuestas y estadísticas; te pueden decir cuántos paganos hay en China, te pueden dar encuestas y gráficos, pero no tienen la menor idea. Tienen todos esos libros de “cómo hacer las cosas” y no oirás una sola palabra acerca de la angustia, ni de lágrimas, ni de quebrantamiento. No oirás de eso. En el cierre de mi mensaje quiero preguntarte: “¿Por qué, de entre todos los hombres de Dios que quedaban en Israel, ¿por qué Dios compartió su corazón angustiado con Nehemías? ¿Sabes por qué?, porque era un hombre de oración. Era un hombre que ya oraba. Ahora, déjeme decirles algo, yo creo en el destino, creo que Dios escoge hombres; pero Dios puede escoger a un hombre y puede desecharlo tan pronto como lo escogió.
Nehemías pudo haber dicho: Mira Dios, tengo mis influencias aquí, tengo la atención del rey, necesito quedarme aquí y estoy seguro que Dios levantará a alguien, pero No, él dijo: Oh Dios, esta es mi carga, abre tu corazón a mí.”. Yo sé ahora que se necesita más que una predicación, más que una nueva revelación. No va a haber ni una renovación, ni un avivamiento, ni un despertar, hasta que estemos dispuestos a que una vez más Él nos quebrante. No sé por qué, no sé si es algo que viene. Los otros pastores han compartido con ustedes lo que ellos sienten acerca de algunos tiempos difíciles que vienen. No sólo lo oímos de este púlpito, sino también de los políticos y de todo el mundo. Pero tengo que decirles que Dios me está llamando a mí personalmente a un bautismo de angustia. No sé de qué se trata ahorita, pero yo le dije a Dios, No saldré. Se supone que iré a una conferencia de pastores en mayo en Escocia, Gales e Irlanda y a todo el mundo. Salgo dos o tres veces al año, pero yo le dije a Dios: Yo no voy a ir ya más. No voy a tomar otro congreso, hasta que sepa que tu angustia pase. No puedo ir sólo por una necesidad, no puedo ir sólo porque soy requerido y aceptado; no lo quiero. Cuando predico así a veces, todo se pone muy quieto y me da el sentir que... Señor, quiero que la gente sea feliz.
Amados, se está haciendo tarde y la cosa se está poniendo seria. Por favor, no me digas, no me digas que estás preocupado, no me digas que quieres que tus seres amados sean salvos, cuando estás pensando en Internet o en la TV. Vamos!. No sé cómo terminar esto, Dios ayúdame. Tengo el sentir de que esto tal vez no sea para toda la congregación, pero Él está hablando a algunos muy profundamente. Está hablando a tu corazón como al mío. Tal vez no necesitas tanta oración como yo, pero te imploro, te ruego, yo necesito oración. “Dios, voy a orar, no sé que más hacer, ya prediqué, y no sé como terminarlo, termínalo tú. Haz tú lo que quieras hacer; háblanos tú.  Señor, que haya alguien que venga al altar y confiese: No soy lo que era, no estoy donde debo estar. Dios, no tengo tu corazón, ni tu carga. Quería lo fácil, quería ser feliz. Pero Señor, el verdadero gozo sale de la angustia. Allí es donde está al gozo, cuando vemos que hemos tomado tu corazón y luego nos das dirección y nos das resultados perdurables. Veremos a una ciudad entera que viene al arrepentimiento y vemos a Nehemías que se levanta y dice: “Ahora es el tiempo de regocijarse, que el gozo del Señor sea tu fuerza”, pero ese gozo vino al ver la victoria que salió de la angustia. Oh Dios, no estoy castigando a esta iglesia, no estoy tratando de traer condenación a nadie, pero Dios, si lo haces por alguien, hazlo por mí,” Quiero que mi corazón se quebrante otra vez, quiero que me metas en tu corazón. Y quiero sentir el dolor y las necesidades de este pueblo también, para que cuando predique desde este púlpito, predique tu mente y tu corazón.

*Nota: David Wilkerson Nació el 19 de mayo de 1931 y falleció el 27 de Abril del 2011 en un accidente automovilístico.
Reconocido pastor cristiano estadounidense escritor y autor de cerca de 40 libros , de los cuales destacan especialmente "La Visión" (The Vision) y "La Cruz y el Puñal" (The Cross and the Switchblade).
Fue fundador y pastor principal de la Iglesia de Times Square1 en New York  y de las organizaciones cristianas Teen Challenge ('Desafío Juvenil') y World Challenge,  ('Desafío Mundial').
Puedes ver el video completo de este mensaje en: http://youtu.be/sFhxplv7ePg